Asignar funciones de menor responsabilidad es un acto de hostilidad

El empleador remitió una carta notarial al trabajador, ordenando que asista a una inducción y capacitación a efectos que desempeñe un puesto de trabajo de menor nivel (ayudante o apoyo), ejecutando funciones que eran de menor rango a comparación de las que realizaba normalmente. Agregó que, en caso de negativa a concurrir a su trabajo bajo estas condiciones, se le consideraría falta injustificada, reservándose el derecho a despedirlo por falta grave.

El Tribunal de Fiscalización (TFL) Laboral consideró que el empleador condicionó al trabajador para que cambie de puesto, lo que demuestra el ánimo de perjudicarlo, afectando sus derechos constitucionales e impidiendo que realice la labor para la cual fue contratado. Además, esto generó una afectación a la integridad física y emocional del trabajador, al ser diagnosticado con un cuadro de ansiedad y estrés.

Si bien posteriormente el empleador desistió de este proceder y asignó al trabajador un puesto con la misma categoría y remuneración para el que fue capacitado, el TFL determinó que el trabajador fue perjudicado de manera insubsanable con la notificación de la carta del 24 de agosto de 2023, configurando el acto de hostilidad previsto en el literal g) del artículo 30° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, referida a “Los actos contra la moral y todos aquellos que afecten la dignidad del trabajador”, y una infracción muy grave en materia de relaciones laborales.

💡 Algunos consejos prácticos a partir de esta experiencia:

1️⃣ Evalúe el impacto de las decisiones de reasignación de tareas, asegurándose de que no se interpreten como un menosprecio a las capacidades del trabajador o una disminución de su rango.

2️⃣ Cualquier cambio significativo en las funciones del trabajador debe efectuarse previa justificación de la necesidad del servicio y, de preferencia, a través de un acuerdo.

3️⃣ Utilice un lenguaje asertivo y respetuoso en todas las comunicaciones relacionadas con los cambios en las funciones del trabajador. Eso implica evitar cualquier tipo de amenaza o condicionamiento.